La crisis del 2008 golpeó al país. ¿Pasará otra vez? Colombia, mejor preparado, pero no inmune.
 	El 'monstruo' de la recesión que se soltó en Estados Unidos desde  diciembre del 2007, y que navegó después por las principales economías  del planeta, no golpeó de frente a Colombia, pero sí la afectó con un  fuerte 'coletazo'.
 	Ese año, la economía colombiana creció apenas 2,73 por ciento y, en el 2009, bajó a solo 1,5 por ciento.
	Estas cifras resultaron muy pobres si se comparan con las  registradas en el 2006 y 2007, cuando el país creció a ritmos de 7,1 y  6,25 por ciento, respectivamente. Otros indicadores también se afectaron
Hoy, casi cuatro años después de soltarse el 'monstruo de de la crisis', el planeta no ha logrado atajarlo y, por el contrario, hay amenazas serias de que vuelva a crecer.
Hoy, casi cuatro años después de soltarse el 'monstruo de de la crisis', el planeta no ha logrado atajarlo y, por el contrario, hay amenazas serias de que vuelva a crecer.
	Incluso hay quienes temen que, al menos, el mundo desarrollado entre  de nuevo en recesión, esto es, una caída de la 'temperatura económica'  por debajo de 'cero grados'.
	Sobre Estados Unidos, las opiniones de los analistas son diversas.  Una de las más pesimistas es la de Nouriel Roubini, el economista que se  hizo famoso por predecir la crisis financiera del 2008 y al que nadie,  en su momento, le dio credibilidad.
	En un artículo publicado en días pasados en el Financial Times,  Roubini advirtió que evitar una recesión en Estados Unidos es una  "misión imposible".
El 'gurú' advierte que hay un coctel explosivo que hace inevitable la recesión: "crecimiento raquítico, creación de empleo débil, consumo y producción estancados, mercado inmobiliario deprimido y confianza de los consumidores y empresarios en descenso" hacen parte de esa mezcla de alto riesgo.
El 'gurú' advierte que hay un coctel explosivo que hace inevitable la recesión: "crecimiento raquítico, creación de empleo débil, consumo y producción estancados, mercado inmobiliario deprimido y confianza de los consumidores y empresarios en descenso" hacen parte de esa mezcla de alto riesgo.
	La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) -banco central- también  muestra su pesimismo y, esta semana, reconoció que la recuperación  económica de ese país será más lenta de lo esperado y, por eso,  mantendrá su tasa de interés cercana a cero, al menos hasta mediados del  2013. "El crecimiento económico este año fue considerablemente más  lento que lo previsto por el comité", reconoció la FED. Y sentenció:  "Los riesgos para las perspectivas económicas se incrementaron".
	Lo visto hasta ahora en Estados Unidos es que en los últimos años ha  habido una gran destrucción de riqueza, que se refleja en el desplome  de las bolsas o, lo que es lo mismo, en el valor de las empresas.
	Lo preocupante es que, en Estados Unidos, la mayoría de familias  tiene inversiones en la bolsa o sus ahorros pensionales dependen del  mercado de valores. La situación es tan inquietante que estudios hechos  en ese país indican que los padres de hoy creen que sus hijos tendrán  menor calidad de vida frente a la que ellos pudieron disfrutar. Esto,  por supuesto, genera preocupación en el mundo, en especial si se suma la  crisis de Europa y el pobre desempeño que Japón ha vivido después del  terremoto de marzo.
	La debacle de Grecia y el hecho de que sus amigos de Europa hayan  salido en su rescate no ha sido una medida suficiente para conjurar los  temores sobre el futuro del Viejo Continente. Los problemas que  enfrentan España e Italia son inmensos y un eventual rescate está en  duda. Expertos creen que una cosa es rescatar a Grecia y otra, muy  distinta, es hacerlo con Italia y España, dos de las economías más  grandes del mundo y, por lo tanto, con un costo mucho mayor para quienes  pretendan tenderles la mano.
El efecto local
	En Colombia aún hay optimismo porque se tiene la esperanza de que  Estados Unidos no entre en recesión, aunque sí tendrá un crecimiento  raquítico de su economía.
	Daniel Niño, director de Investigaciones Económicas de Bancolombia,  dice que EE. UU. crecerá a una tasa del 2 por ciento, que, si bien es  pobre, por lo menos está en un punto positivo y no en el lado oscuro de  la recesión.
Lo cierto es que, al mirar hacia atrás -en la anterior recesión-, los efectos en Colombia no se hicieron esperar. El comercio exterior se resintió, la bolsa se desplomó, cayeron las remesas y hasta el desempleo aumentó. El ministro de Hacienda de ese entonces, Óscar Iván Zuluaga, había dicho en reiteradas ocasiones que la economía colombiana estaba "blindada" contra la crisis global, pero el tiempo demostró que los efectos se iban a sentir.
Lo cierto es que, al mirar hacia atrás -en la anterior recesión-, los efectos en Colombia no se hicieron esperar. El comercio exterior se resintió, la bolsa se desplomó, cayeron las remesas y hasta el desempleo aumentó. El ministro de Hacienda de ese entonces, Óscar Iván Zuluaga, había dicho en reiteradas ocasiones que la economía colombiana estaba "blindada" contra la crisis global, pero el tiempo demostró que los efectos se iban a sentir.
	Ahora, el país parece tener un mejor blindaje, pero todo indica que  tampoco será infalible al 'coletazo' del monstruo de la crisis global.
El efecto en el PIB no será inmediato
	1. Este será un buen año
	Una recesión de la economía mundial no se sentirá en Colombia de  manera inmediata, pero no hay duda de que en algún momento llegará el  impacto.
El decano de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, Jorge Iván Bula, dice que el coletazo se sentirá en temas como el comercio internacional, como sucedió en la crisis del 2008.
El decano de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, Jorge Iván Bula, dice que el coletazo se sentirá en temas como el comercio internacional, como sucedió en la crisis del 2008.
	Los expertos sostienen que este año, Colombia crecerá en un rango  del 5 al 6 por ciento, pero para el 2012 y el 2013 se verá un menor  dinamismo.
Esto dependerá en gran medida de la duración de la crisis global y de la intensidad que tenga.
Esto dependerá en gran medida de la duración de la crisis global y de la intensidad que tenga.
	2. Golpe a los productos básicos
	Un efecto inevitable de una recesión mundial será la baja de los  precios de los productos básicos, que afectará a los países emergentes,  cuyas economías tienen una alta dependencia de ellos. El petróleo y el  café, los dos principales productos de exportación que tiene Colombia,  sufrirán bajas importantes, tal como sucedió en el 2008. En los últimos  días, los precios de esos productos bajaron y la situación puede  empeorar si la crisis se mantiene.
En el 2008, el petróleo cayó de 145 a casi 30 dólares el barril.
En el 2008, el petróleo cayó de 145 a casi 30 dólares el barril.
	3. Volatilidad en mercado de capitales
	Si hay un canal que sirva de transmisión inmediata de una crisis global es el mercado de capitales.
	En los últimos días se vio cómo las bolsas de valores de todo el mundo caían unas tras otras, continente tras continente.
	Los flujos de capital vuelan de un país a otro en cuestión de  segundos, lo que genera efectos en los precios de los activos como las  acciones o, lo que es lo mismo, el valor de las empresas. A eso se suma  la volatilidad de las tasas de cambio, que dificultan todo el  intercambio comercial.
Situación no es para alarmarse... por ahora
	La posición de Colombia en el contexto mundial es hoy bastante  favorable para resistir de la mejor manera una eventual recesión  mundial.
	Las cuentas fiscales de la Nación son manejables y las reformas que  aprobó el Congreso en esa materia ayudan a ser optimistas. El propio  presidente, Juan Manuel Santos, dijo que Colombia tiene 'colchones' para  amortiguar situaciones difíciles de volatilidad como un buen nivel de  reservas internacionales, una línea de apoyo del Fondo Monetario  Internacional (FMI), un sistema financiero sólido y con alta liquidez,  una inflación controlada y una política monetaria y cambiaria flexible.  "Tenemos un sistema financiero líquido y sólido, con un nivel de capital  adecuado y buena calidad de activos. Tenemos una deuda pública en  niveles bajos, que estará alrededor del 37 por ciento del PIB a fines de  año", señaló el Presidente.
	No obstante, advirtió que se deben tener los ojos muy abiertos para  enfrentar riesgos como un financiamiento externo escaso y costoso, una  menor liquidez internacional y la caída de los precios de los productos  colombianos.
	FERNANDO GONZÁLEZ P.
SUBEDITOR DE ECONOMÍA EL TIEMPO
SUBEDITOR DE ECONOMÍA EL TIEMPO

 
 
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