Vuelve a enredarse el TLC con los Estados Unidos

El futuro del Tratado de Libre Comercio de EE. UU. con Colombia se volvió a enredar.


El culpable vuelve a ser el Trade Adjustment Assistance Program, conocido como el TAA: un subsidio otorgado por el Gobierno norteamericano para los empresarios que resultan afectados directamente, como consecuencia de acuerdos comerciales internacionales.

La historia es esta: este subsidio ha existido en EE. UU. Desde hace al menos cincuenta años, y en la era Bush, evolucionó a lo que hoy se conoce como TAA. El mandatario republicano aprobó en 2002 una versión que otorgaba cerca de mil millones de dólares por año para agricultores, ganaderos y otros sectores productivos que comenzaron a quejarse, como consecuencia de la globalización.

Sin embargo, este programa fue adoptado por los demócratas como caballito de batalla para obtener popularidad entre el sector sindical, y en 2009, ad portas del gobierno Obama, el Congreso, de mayoría demócrata, expandió este programa a más de mil seiscientos millones de dólares por año, como parte del famoso paquete de estímulo para la economía norteamericana, que fue implementado luego de la crisis de las hipotecas que sacudió al mundo.

Lo malo es que entonces el TAA fue aprobado, en conjunto con el Aptdea para Colombia, con fecha de vencimiento febrero de 2011. Ahí comenzó el calvario para nuestro TLC.

La realidad política cambió en EE. UU. Y los republicanos lograron la mayoría en el Congreso, lo que afectó los planes económicos del presidente Obama.

Hoy, los demócratas, encabezados por el presidente, quieren una renovación total del TAA de su versión 2009. Los republicanos, por su parte, argumentan que en EE. UU. ya existe un subsidio de desempleo y que la situación de la economía no está como para autorizar programas de subsidios multimillonarios. Así que lo máximo que aceptarían renovar, es la versión 2002 del TAA.

Por supuesto que faltando un año para las elecciones en EE. UU. y con la popularidad afectada por los altos niveles de desempleo, el gobierno Obama no está dispuesto a aceptar algo tan impopular como recortar auxilios a trabajadores. Por eso, decidió ejercer presión sobre el Congreso y condicionar la presentación del TLC colombiano a la aprobación previa del TAA... Y así, nuestro TLC ha vuelto a quedar en la mitad de la tormenta.

A esta hora, demócratas y republicanos siguen enfrentados por el famoso subsidio, pero las expectativas de arreglo son pobres, pues el Congreso tendrá su última semana de sesiones plenas entre el 25 y 29 de julio.

Como si fuera poco, Colombia pierde también con la no aprobación del TAA, pues junto a este está amarrada la renovación del Aptdea, un plan de exenciones arancelarias para productos colombianos que se venció en febrero pasado y que aún sigue sin ver la luz.

Ay, nuestros socios americanos... (http://www.cmi.com.co/?nt=65621)